Si bien la experiencia y las habilidades duras siguen siendo fundamentales, hoy en día las empresas también consideran aspectos como la emocionalidad y la capacidad de adaptación de los postulantes a la cultura organizacional. Es crucial incorporar el ‘match cultural’, en donde los valores, creencias y comportamientos del candidato se alineen con los de la organización. Este enfoque permite que el talento no solo se ajuste al puesto, sino que también elija ser parte de la empresa.

Jocelyn Salinas, Gerente de Selección y Atracción del Talento de Cygnus, lo destaca como un enfoque clave para construir un ambiente de confianza, donde los postulantes no sólo sean evaluados por sus conocimientos o habilidades, sino también por cómo se integran a la cultura de la empresa. “Esto facilita un proceso de adaptación natural y efectivo para el colaborador, promoviendo una experiencia de crecimiento mutuo”, señala.

Las competencias no lo son todo

Cuando un candidato es evaluado, no solo se analiza su formación y experiencia, sino también su actitud, valores y cómo estos se alinean con la identidad de la empresa. Nuestro equipo de selección se enfoca en detectar aquellas señales que indiquen si el postulante podrá integrarse de manera armónica a la organización.

¿Por qué es tan relevante? Un colaborador que se ajusta bien a la cultura de la empresa suele ser más productivo y motivado, lo cual incide en indicadores claves como rotación, ausentismo, entre otros.

Un proceso de selección estratégico

Considerar la emocionalidad y la compatibilidad cultural en la selección de talento no sólo beneficia a la empresa, sino también a los colaboradores. En un entorno donde el bienestar y la motivación son claves para el éxito, contar con un equipo alineado con los valores de la organización puede marcar la diferencia en la competitividad y sostenibilidad del negocio.

Por ello, en nuestros procesos de selección, nos aseguramos de evaluar a cada candidato no solo en términos de su conocimiento y experiencia, sino también en función de su capacidad para adaptarse a nuestra cultura organizacional y contribuir a un ambiente de trabajo positivo y productivo.