El buen trato en el trabajo no es solo cortesía; es una herramienta preventiva que protege la salud física y emocional de los colaboradores y mejora la productividad. Adoptarlo como valor central en la cultura organizacional es tan esencial como cualquier protocolo de seguridad.
Acciones concretas para un clima de respeto
La prevención no se logra solo con protocolos escritos, sino con una convivencia que refleje valores claros. Por ello, actualizar y socializar los procedimientos contra el acoso conforme a la normativa vigente es un primer paso esencial. A esto se suman iniciativas como campañas internas, charlas y cápsulas educativas que mantengan vivo el tema del respeto y el buen trato.
El papel del liderazgo es determinante. Jefaturas capacitadas para entregar retroalimentación constructiva, reconocer a sus equipos y gestionar conflictos con transparencia, fortalecen la confianza y disminuyen el estrés. Asimismo, integrar el buen trato en actividades de convivencia y premiar las buenas prácticas refuerza su valor dentro de la cultura corporativa.
Pequeños gestos diarios tienen un gran impacto: saludar, reconocer logros, escuchar activamente y comunicarse con claridad. No se trata de acciones aisladas, sino de un estilo de relacionarse que, cuando se convierte en hábito, marca la diferencia entre un entorno laboral hostil y uno productivo y seguro.
Buen trato: más que amabilidad
La legislación laboral chilena, incluida la Ley Karin y la Ley 20.607, refuerza la prevención de violencia y acoso en el trabajo. Promover el respeto y la inclusión no solo reduce riesgos psicosociales como burnout y ansiedad, sino que también genera confianza y engagement.
Beneficios claves:
Reduce riesgos psicosociales:
Evita entornos hostiles que afectan la salud mental y generan rotación.
Fortalece la confianza:
La comunicación respetuosa disminuye errores y eleva la cooperación.
Cumple con la normativa:
El respeto es obligación legal, no solo un valor.
Potencia productividad y compromiso:
Equipos motivados rinden más y se ausentan menos.
Consejos para instaurar el buen trato
- Actualizar protocolos contra acoso y violencia, socializándolos con todos los equipos.
- Campañas preventivas mediante charlas, newsletters y cápsulas educativas.
- Integrar el buen trato en actividades de equipo y premiar buenas prácticas.
- Formar líderes con herramientas para resolución de conflictos y respeto organizacional.
- Gestos diarios: Saludar, agradecer, ayudar antes de criticar.

"A lo largo de mi trayectoria profesional, he podido constatar que la prevención en el trabajo no se limita a evitar accidentes físicos o cumplir la normativa. La verdadera prevención también se construye sobre un aspecto menos visible, pero igual de crucial: implementar como principios rectores a nivel cultural el buen trato y el autocuidado.”
La seguridad en el trabajo no comienza con un casco ni termina con un protocolo de emergencia. Empieza con un “buenos días” y con la certeza de que cada persona será tratada con respeto y dignidad. Prevenir significa cuidar tanto la integridad física como la emocional, y el buen trato organizacional es una estrategia comprobada que eleva productividad, reduce conflictos y fortalece el compromiso.
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